En el pasado, el Moka representó un símbolo de estatus de italianidad en el mundo hasta los años 90 y luego, con la llegada de las cápsulas más cómodas, casi suplantó al Moka, con el riesgo de llevar a la quiebra el mercado de las empresas fabricantes. Hoy la Moka vive una segunda juventud, gracias a los jóvenes que han redescubierto esta forma de hacer café.
Para preparar un café con una Moka sigue estos pasos:
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Llena el depósito inferior de la Moka con agua fría hasta la válvula de seguridad.
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Introduce el filtro en la cafetera y llénala con café molido. No es necesario presionar el café en la Moka, sólo hay que nivelarlo. El café molido se debe colocar en el filtro, sin comprimirlo, ya que la presión necesaria para el paso del café se genera por la presión del agua que sube desde la parte inferior.
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Coloca la cafetera sobre la fuente de calor (estufa o fuego) y espera a que el agua empiece a hervir.
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A medida que el agua hierva, el café comenzará a fluir hacia la jarra superior.
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Se debe retirar la cafetera del fuego antes de que el café termine de salir, para evitar que el café quede amargo. Una vez que el café comienza a fluir más rápido hacia la jarra superior, es importante retirarlo de la fuente de calor para evitar que el café continúe cocinándose y se vuelva amargo. De esta forma podrás obtener un café con un sabor pleno y aromático.
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Sirve y disfruta del café caliente. ¡ATENCIÓN! El café hay que removerlo antes de servirlo, porque el agua y el café tienden a separarse y al mezclarse se distribuyen uniformemente. De esta forma podrás asegurarte de que cada taza tenga la cantidad adecuada de café y agua y que el sabor sea equilibrado.
Nota: Asegúrate de limpiar tu Moka con regularidad para evitar la formación de cal y café rancio.